Wednesday, May 6, 2020

MI UNICA AMIGUITA

MI UNICA AMIGUITA

vea en FACEBOOK

Pienso que él también le tenía miedo a mi mama pues sabia como era y por esa razón no me atacaba pues si mi mama se entera de eso lo podía matar; sus miradas hacia mi eran cada vez más frecuentes y la búsqueda de oportunidades para verme bañándome muchísimas, pero jamás le di gusto de tocarme ni un pelo al viejo ese.
Yo seguí mi vida normal pues sabía que la única forma de salir de esa casa y ser alguien seria por la educación que estaba recibiendo y por la dedicación y esfuerzo en ser la mejor estudiante; por esa razón creo me perdí muchas cosas como tener amistades y   relacionarme con mis compañeros de clase; ya me tocaba relacionarme con ellos cuando tocaba trabajos en grupo y aunque ellos me peleaban pues era buena estudiante, la verdad era solo por interés y no por otra cosa.
Te cuento que a pesar de todo había un chico que no se que le pasaba que siempre se colocaba atrás mío y me buscaba hablar para cualquier bobada; que si tenía borrador, que si le prestaba la regla, que le prestara la libreta, que si quería galleta; y lo peor que cuando eran trabajos en grupo enseguida me buscaba para armarlo; ay Dios que es esto, yo queriendo alejarme de cualquier chico pues me metieron miedo de ellos y él queriendo acercarse, no lo puedo soportar.
Esa persona la encontré años después y me expresó que de niño gustaba de mi pero le daba miedo decírmelo
Con las compañeras fue diferente pues por cosas extrañas me consideraban creída y solamente algunas me buscaban para hacer las tareas y en los grupos de trabajos; afortunadamente compartía el recreo con una niña saporrita de cabello súper liso que le envidiaba llamada Luisa; con ella intercambiaba mi merienda y la pasaba escuchando pues no hablaba mucho en ese entonces; te acuerdas que cuando me llego el periodo alguien me prestó un pantalón, era ella.
De ella me entere que era la tercera de cuatro hermanos; que solo vivían con su mamá que trabajaba como vendedora de Brasilia; que le fascina el queso y los dulces y que le gustaba un chico del curso; a diferencia de mi, ella si intentaba acercarse al muchacho, tanto que ya hablaban como amigos y algunas veces aparecía en el recreo con ella y obviamente no me iba a acercar a ellos.
Luisa me contó acerca de la vez que se acerco al susodicho, tan cerca que al rozarse sintió un corrientazo en todo su cuerpo, también me dijo que le dio estupor las primeras veces que le tomo las manos, por lo que deslizo rápidamente los dedos para separarlo de él; o de cuando le susurro algo de la clase al oído que le removió su interior como un torbellino; definitivamente si estaba tragada.
La verdad no podía comparar nada de lo que luisa mencionaba pues no había precedentes de mi lado para tener idea clara de sus sentimientos; bueno solo podía comparar con mis antojos a una carne bien frita con yuca harinosa bañada en ajo o a un espagueti con bastante carne molida y salsa de tomate.
No sé porque sentí celos pues con el tiempo esa chica me gusto mucho su cuerpo; aunque bajita, sus caderas gruesas, tetas paradas y nalgas prominentes se notaban por debajo del uniforme; la forma de ella de mover su cabeza ondeando su cabello y esos ojos pequeños achinados que destellan felicidad.
Puedes imaginar mi alteración cuando ella me pide que le ayude a componerse su vestido y cuando vamos al baño y me pide le ayude con el cierre de su falda; soy la única en verle sus cacheteros de algodón y lycra pegado a su pelvis abultada y sus piernas gruesas que ni el sol ha visto; por un momento me dieron ganas de tocarla aduciendo que tenía algún animalito pero mi temor no me dejo y desistí de pensar en esas cosas.
Con ella no pude graduarme pues a su mamá la trasladaron a fundación y ella tuvo que retirarse dos años antes, de ahí me quede sin amiga nuevamente y sin nadie con quien hablar y con mi mama restringiéndome más las cosas pues como ya estaba señorita le daba miedo que cualquiera me fuera a hacer daño; yo creo que pensaba teniéndome en una jaula no me corrompería y tendría un futuro diferente al de ella, como si el mal estuviera fuera y no hubiera ningún mal dentro de la casa.
La semana antes de irse vi a la madre de mi amiga solicitando las notas y certificados de conducta en el colegio, luego en el receso me contó esa decisión de mudarse y con tristeza en los ojos nos dimos un fuerte abrazo y sentí ese corrientazo que me hizo temblar; ese día estuvimos juntas durante todas las clases y al final cuando tocaron la campana de salir nos fuimos conversando juntas hasta que me dejó en mi casa donde nos dimos un apretón de manos y desee poder verla en un futuro.
Vea más

No comments:

Post a Comment